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Vinos con cuerpo, para llegar con buen tipo al verano.

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Ahora que poco a poco se va a cercando el buen tiempo, es hora de comenzar nuestra operación bikini particular. Si lo que queremos es perfilar nuestra figura, nada mejor que hacerlo con vinos con cuerpo, para que se nos pegue algo. Además como todos sabemos el vino en su justa medida no engorda y tenemos dos copitas diarias permitidas en las dietas más ambiciosas. Así que estamos de suerte.

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Se entiende por cuerpo del vino a la densidad, peso y concentración de fruta del mismo, que viene determinado por las sensaciones que originan el etanol, los taninos tanto de la fruta como de la madera si la tienen y otros elementos en nuestro paladar.

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Nos referimos a esa percepción que tenemos en boca cuando lo probamos. Generalmente, los vinos más jóvenes tienen menos cuerpo y son más ligeros y refrescantes, mientras que los vinos de crianza muestran mayor densidad y presencia en boca.

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El concepto de cuerpo no es un piropo si no va estrechamente unido a otro, que es el equilibrio.

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Los vinos pueden presentar a veces algún tipo de arista  mostrándose demasiado astringentes. En ocasiones si ese exceso de cuerpo conlleva en su origen un tanino de calidad el tiempo jugará a favor ya que si es un vino joven el paso por barrica de roble ayudará a mejorar algunas de las asperezas que pueden mostrar, y si es un vino con crianza con el tiempo de botella acabará siendo más redondo.

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Pero además del paso por barrica y crianza en botella, el tipo de uva empleado y su calidad serán también claves para determinar el cuerpo final de un vino.

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Lo más habitual es encontrar vinos tintos con cuerpo, pero cada vez es más frecuente descubrir vinos estructurados también entre los blancos y rosados.

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Un buen ejemplo de vino con cuerpo, para ir abriendo boca, sería este Elías Mora Crianza 2010. Un vino color picota intenso cubierto, aromas de fruta roja y negra confitada, balsámicos y especiados. En boca es sabroso equilibrado con tanino maduro y bien integrado. Lo ideal es consumir este vino con carnes guisadas, pero ya sabes, con moderación, que estamos en plena operación bikini.

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Otro ejemplo de buen cuerpo aunque más ligero sería este Orube Crianza 2013, un vino franco en aroma, con notas a fruta madura, aderezado a su vez de toques de chocolate, café y especias que reflejan su estancia en barrica. En boca, potente y bien equilibrado de tanino amable y elegante. Su largo postgusto deja un agradable e intenso recuerdo. Concebido e ideado para disfrutar con todo tipo de platos y en cualquier momento.

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Y si lo tuyo es un vino carnoso y realmente potente no te pierdas Numanthia. Un vino color rojo oscuro, brillante y profundo, con intensos reflejos rubí. En nariz es intenso, vivo y de gran complejidad. Notas de frutos rojos y negros (grosellas, frambuesas y moras), acompañadas de especias dulces (canela y nuez moscada), pimienta negra, aromas tostados y regaliz. En boca se destaca la gran vivacidad de la fruta cosechada en su preciso punto de madurez.

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Los vinos corpulentos son muy apropiados para estas fechas previas a los calores, pero suelen tener mayor graduación alcohólica, por lo que en pleno verano los sustituiremos por vinos más jóvenes y frescos. Así que vamos a disfrutarlos estos días antes de hacer un descanso cuando lleguen los calores.  Que los disfrutéis.

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Fuente foto: vinicolatorresalegreyfamilia

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